Si tienes una cita en Gijón, te preguntarás cuáles son los mejores y más románticos restaurantes de la ciudad. Imagina qué bonito sería visitar con alguien especial la Playa de San Lorenzo, la Plaza Mayor, el Palacio de Revillagigedo, el Jardín Botánico Atlántico… y rematar la cita comiendo o cenando en algún lugar espectacular. A continuación, te contamos adónde puedes ir.
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Este restaurante con más de 20 años de historia sigue las tendencias gastronómicas más novedosas, pero siempre respetando la tradición de la cocina asturiana. Su amplio recorrido le ha llevado a ser reconocido en la Guía Michelín y a ganar el Traveller’s Choice 2020 de TripAdvisor.
En la carta de Ciudadela tienes platos de cuchara, pucheros, para compartir y tapear, pescados y carnes de temporada, y repostería. Es romántico principalmente por su ambientación: el espacio imita, ni más ni menos, que a una cueva, con sus aperos de labranza. Es un restaurante acogedor y bonito, con un servicio fantástico por parte de los camareros y mesas limpias, lo que hará tu cita, si cabe, más inolvidable.
El restaurante Auga es una cocina de mercado actual y sugerente, además de una experiencia gastronómica en un entorno inigualable. Los chefs, Gonzalo Pañeda y Antonio Pérez son una de las parejas más emblemáticas de la gastronomía asturiana, y se caracterizan por su humildad, sentimiento y dedicación.
En su carta encontrarás entrantes (entradas para compartir, tapas individuales, platos clásicos de cuchara y mariscos y moluscos), pescados, carnes y postres.
También está la opción de un menú degustación por 90€, donde se incluye una selección representativa de los platos de temporada, como ostra de Gillardeau, algas y manzana verde, oricio y manzana, caldo de setas, huevo y foie-grass o carabinero, entre muchos otros.
Este restaurante abrió sus puertas en 1994 y se sitúa en el centro de la ciudad. Se trata de un establecimiento donde cuidan los detalles de una cocina de temporada pero en constante cambio, actualizándose en base a las tendencias e innovaciones. Ofrecen productos de primera a precios asequibles.
El espacio es acogedor y cómodo, y hay variedad entre la que elegir: entrantes, platos de cuchara, pescados y carnes. Además de un menú degustación que te dará la posibilidad de probar de todo: tosta de boquerones, salpicón de bogavante, ravioli de gamba y boletus, arroz con pulpo y oricios, albóndigas de merluza del Cantábrico, rabo de toro, pastel de avellana, y albahaca y cítricos.
El Cencerro nos ofrece una generosa y original oferta gastronómica para una velada inolvidable. Empezaron en 2008 y aseguran preparar comida con los productos más exquisitos del mundo, ya sean ensaladas, entrantes, carne de los animales más selectos, lomos de bacalao o pescados del Cantábrico. Además de dulces postres y los mejores vinos. Como dicen ellos, «recomendamos desde la amistad, basándonos en la más rigurosa profesionalidad«.
Con un rango de precios de 20 a 50€ se han hecho un hueco en la Guía Michelín, y es relevante que tienen opciones sin gluten. Se trata de un local pequeño pero agradable, con un clima tranquilo y una atención excelente.
Las Delicias o «el restaurante de los cinco sentidos«, ya que cuidan absolutamente todos los detalles. La cocina de este restaurante es de autor y tienen modernas instalaciones. También, siguiendo las nuevas tendencias no abandona la tradición, y tienen varios salones además de una espectacular terraza.
Los platos de los que más orgullosos están son el huevo a baja temperatura con salteado de morcilla de la montaña asturiana y espuma de patata, croquetas de jamón ibérico muy cremosas, delicias de lechal, arroz meloso con bogavante del Cantábrico, lubina braseada y texturas de ibéricos, steak tartar de vaca a su gusto de picante, entre muchos otros. Como ves, rebosan variedad y originalidad.
La Pondala es considerado uno de los restaurantes con los mejores platos de la gastronomía asturiana hecho a partir de las mejores recetas. Esto lo hacen cuidando la calidad de las materias primas, buscando y seleccionando los mejores productos de temporada, eligiendo con sumo cuidado las verduras, carnes, pescados y mariscos cantábricos.
Son fieles a la tradición y tienen una identidad local marcada, que se ve en todos y cada uno de sus platos. Las especialidades de este restaurante son los arroces, el roast beef, la menestra, los guisos asturianos (como la fabada, las fabes con almejas o los callos), los pescados de roca o costeros locales (mero, salmonetes o lubina) y, como no puede faltar, la tarta de la casa.
A 1 kilómetro de la Playa de San Lorenzo encontrarás este restaurante, pequeño y acogedor. Por un precio medio de 30€ tendrás comida muy rica y especiada, ideal para los que prefieren sabores intensos.
Además, el personal es encantador y el establecimiento tiene una zona de bar y otra de restaurante. No es el típico italiano, ya que la atención es especialmente buena y la presentación está muy cuidada y elaborada. Y es que, si hablamos de ciudades románticas, seguro que se nos viene a la cabeza Roma, así que qué mejor que un restaurante italiano para dar por finalizada la cita (¡o comenzarla!) con esa persona especial.